Llámanos
627.731.645La experiencia nos avala como expertos en fisioterapia de hernias discales. Para nosotros su satisfacción es fundamental, combinamos las técnicas manuales y tecnológicas para que consiga los mejores resultados.
Cuando hablamos de hernias una de las primeras cosas que pasa por nuestra cabeza es dolor, pero normalmente no es así. Las hernias discales por sí mismas no van a provocar dolor, a no ser que ésta contacte con un tejido cercano, y ya sea por compresión mantenida o fricción acabe provocando dolor, pero será esta otra estructura la que lo produzca, no el disco herniado. La hernia discal es un proceso degenerativo que como en todos los casos puede hacer aparición a una edad mas pronta o tardía, en función del buen o mal uso que se le haya dado a la zona en cuestión. De igual manera todos tendremos hernias en un futuro, pero lo más importante es que muchos ya las tienen y de momento no lo saben, porque hernia no es igual a dolor. Recuerda:
Acudir a un profesional especializado en hernias discales, además de hacer revertir tus lesiones, te ayuda a evitar que sigan su proceso.
Una hernia, en general, es la salida del material interno fuera de su ubicación normal, generando un abombamiento de la superficie del mismo. Esto sucede cuando se produce la rotura del tejido externo que contiene el tejido interno, dejando salir a este último y normalmente formando un abultamiento en la continuidad de la superficie de la estructura.
En el caso de las hernias de disco, encontramos un anillo formado por un tejido fibroso que contiene en su interior al llamado núcleo pulposo. Este, en función de la posición de la vértebra superior e inferior, tenderá a propulsarse en la dirección que estas marquen, lo cual en un principio es algo normal que no provoca ningún tipo de alteración.
Una hernia, en general, es la salida del material interno fuera de su ubicación normal, generando un abombamiento de la superficie del mismo. Esto sucede cuando se produce la rotura del tejido externo que contiene el tejido interno, dejando salir a este último y normalmente formando un abultamiento en la continuidad de la superficie de la estructura.
En el caso de las hernias de disco, encontramos un anillo formado por un tejido fibroso que contiene en su interior al llamado núcleo pulposo. Este, en función de la posición de la vértebra superior e inferior, tenderá a propulsarse en la dirección que estas marquen, lo cual en un principio es algo normal que no provoca ningún tipo de alteración.