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627.731.645La experiencia nos avala como expertos en Fisioterapia y para nosotros su satisfacción es fundamental, combinamos las técnicas manuales y tecnológicas para que obtenga los mejores resultados.
Apretar los dientes es algo muy común en muchas personas en la actualidad, y es que las condiciones actuales a las que nos vemos sometidos durante el día a día producen diversos efectos negativos sobre nuestro cuerpo y organismo, llegando algunos de ellos a provocar alteraciones y dolores que limiten nuestras actividades diarias.
Llamamos bruxismo a la activación involuntaria y mantenida de la musculatura masticatoria, ya sea durante la noche o durante el día. Este suceso normalmente puede acompañarse de otros síntomas como dolores cervicales y cefaleas.
La articulación temporomandibular, ATM en adelante, es una gran olvidada en nuestro cuerpo, pero puede ser el origen de múltiples síntomas, los cuales son vitales atajar para evitar problemas de mayor envergadura en el futuro. En nuestra consulta son muchos los pacientes que vienen con síntomas relacionados con alteraciones de la ATM, con los cuales realizamos un tratamiento personalizado y coordinado con otros profesionales de la salud, para así encontrar la solución a sus problemas.
Acudir a un buen profesional, además de hacer que tus lesiones desaparezcan de manera más rápida, te ayuda a evitar que aparezcan.
El origen de este problema no está claro al 100%, pero lo que sí sabemos es que esta situación puede desencadenarse a través de varios factores. La incorrecta alineación de las piezas dentales sería una de ellas, ya que, si en el cierre de la dentadura se produce un contacto prematuro en alguna de las zonas, esto va a provocar una situación de inestabilidad, la cual de forma inconsciente se va a tratar de solucionar generando una activación de la musculatura masticatoria. Del mismo modo, la ausencia de piezas dentales va a producir una situación similar. Por otro lado, desde hace años, se suele señalar al estrés como principal inductor de esta patología, las personas ante situaciones de estrés reaccionan contrayendo la musculatura, como puede ser subiendo los hombros, contrayendo el glúteo, o como en el caso que nos ocupa, apretando los dientes. Esto también tienda a ocurrir durante el descanso nocturno, el cual es más difícil de contener y en algunos casos de identificar.
Además de limitar el descanso, los pacientes que sufren este tipo de alteración es posible que reconozcan algunos otros síntomas como, por ejemplo, limitación y/o dolor al abrir o cerrar la boca, chasquidos a la hora de masticar, dolor de oído o de garganta, cefalea, además de un desgaste prematuro de las piezas dentales producido por la presión y el deslizamiento de las mismas entre sí.
El origen de este problema no está claro al 100%, pero lo que sí sabemos es que esta situación puede desencadenarse a través de varios factores. La incorrecta alineación de las piezas dentales sería una de ellas, ya que, si en el cierre de la dentadura se produce un contacto prematuro en alguna de las zonas, esto va a provocar una situación de inestabilidad, la cual de forma inconsciente se va a tratar de solucionar generando una activación de la musculatura masticatoria. Del mismo modo, la ausencia de piezas dentales va a producir una situación similar.
Por otro lado, desde hace años, se suele señalar al estrés como principal inductor de esta patología. Son muchas las personas que ante situaciones de estrés o que le generan nerviosismo reaccionan contrayendo la musculatura, como puede ser subiendo los hombros, contrayendo el glúteo, o como en el caso que nos ocupa, apretando los dientes. Esto también tienda a ocurrir durante el descanso nocturno, el cual es más difícil de contener y en algunos casos de identificar. En esos casos las fuerzas generadas suelen provocar deslizamientos entre la dentadura superior e inferior aumentando el riesgo de rotura y desgaste de las piezas, además de impedir un descanso adecuado.
Además de limitar el descanso, los pacientes que sufren este tipo de alteración es posible que reconozcan algunos otros síntomas como, por ejemplo, limitación y/o dolor al abrir o cerrar la boca, chasquidos a la hora de masticar, dolor de oído o de garganta, cefalea, además de un desgaste prematuro de las piezas dentales producido por la presión y el deslizamiento de las mismas entre sí.
El origen de este problema no está claro al 100%, pero lo que sí sabemos es que esta situación puede desencadenarse a través de varios factores. La incorrecta alineación de las piezas dentales sería una de ellas, ya que, si en el cierre de la dentadura se produce un contacto prematuro en alguna de las zonas, esto va a provocar una situación de inestabilidad, la cual de forma inconsciente se va a tratar de solucionar generando una activación de la musculatura masticatoria. Del mismo modo, la ausencia de piezas dentales va a producir una situación similar. Por otro lado, desde hace años, se suele señalar al estrés como principal inductor de esta patología, las personas ante situaciones de estrés reaccionan contrayendo la musculatura, como puede ser subiendo los hombros, contrayendo el glúteo, o como en el caso que nos ocupa, apretando los dientes. Esto también tienda a ocurrir durante el descanso nocturno, el cual es más difícil de contener y en algunos casos de identificar.
Además de limitar el descanso, los pacientes que sufren este tipo de alteración es posible que reconozcan algunos otros síntomas como, por ejemplo, limitación y/o dolor al abrir o cerrar la boca, chasquidos a la hora de masticar, dolor de oído o de garganta, cefalea, además de un desgaste prematuro de las piezas dentales producido por la presión y el deslizamiento de las mismas entre sí.